Hacia un entendimiento nuevo de las técnicas corporales (XX)

 

«…mucho llevo y más no quiero…»

 “Equipaje”, unos de mis tangos favoritos. Habla del equipaje que llevamos adosado a nuestras espaldas durante nuestra existencia  y que, con cada paso, empieza a tornarse más pesado. El tango reza que”…sería más fácil caminar sin equipaje», una reflexión que me interesa rescatar  ya que tiene que ver con esa carga diaria que ansiamos aminorar pero no sabemos cómo conseguirlo.

Llevada esta reflexión al plano del movimiento, me gustaría contaros de un caso real. Una alumna probó mis clases,  viniendo de unas prácticas corporales muy distintas a las que suelo impartir y ¡oh, sorpresa! se encontró con alguien explicando cómo aplicar términos anatómicos en nuestros movimientos intentando crear una unidad entre ellos. Evidentemente,  tomar conciencia, escucharse, pensar, son términos que suenan raros en una ejercitación corporal, más propios de sesiones de estudios donde nuestro cuerpo suele permanecer en una misma postura que, curiosamente, casi siempre desafía los principios ergonómicos más básicos. Parece que nuestro cuerpo no debe pensar mientras actúa, como si existiera una ley no escrita que limita el uso de la mente a los procesos cognitivos y psíquicos y que nuestro cuerpo puede funcionar perfectamente sin dedicarle la más mínima atención. Afortunadamente,  cada día hay más personas que consiguen sentirse más livianos aumentando su nivel de consciencia con respecto a sus movimientos.

Volviendo al caso de mi alumna, ésta, impactada por el contraste con sus clases en el gimnasio me pide tomar clases particulares y yo le explico que un mes de clases particulares no le resolverá su inquietud por aprender la técnica de aplicación de la biomecánica de nuestro cuerpo en  un 100 por cien, si que será un trabajo más particularizado ya que mi atención estará puesta solo en ella.

Pero claro ese tiempo de transición que existe entre algo que vengo practicando hace mucho tiempo con resultados en gran parte negativos, y lo nuevo que aun desconozco, requiere un dejarse caer al vacío para poder captar diferencias.

Pero esta alumna no aguanto ese tiempo de transición y palabras textuales, necesitaba marcha, caña, descargar equipaje como sea, no pensar, no conflictos, no ver, y luego hablamos de indiferencia cuando los primeros en ser indiferentes somos nosotros con nosotros mismos.

De todos modos, puedo contar experiencias más positivas como la de una alumna muy musculada asistente e invitada a congresos de Fitness, cuando conoce mis clases suele comenzar a reflexionar sobre ciertas lesiones reiteradas en prácticas determinadas de Fitness con tiempos de valoración también determinados como dolor en los riñones luego de subir y bajar reiteradas veces de la tabla de Step, etc. y decidiendo realizar en su cuerpo un trabajo mas orgánico y no forzándolo inútilmente. Hoy maneja su propio estudio y se dedica al estiramiento de personas mayores.

No es tarde para aminorar la carga, les dejo unas imágenes de estiramientos de cuello laterales, en flexión en contacto con la naturaleza.

Solo tener en cuenta que si nos sentamos para estirar nuestro cuello, es importante tener una buena base de soporte para nuestro tronco, separando bien nuestras nalgas e intentando conectar con nuestros isquiones. Luego tomar nuestra cabeza con mano contraria y sobre todo valorar más el estiramiento de la vuelta alejando lo más posible esta de nuestros hombros. Podemos variar en flexión hacia delante en inclinación lateral o en torso, siempre volver lento y progresivamente.

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