Todo lo que cambia rápido, rápido se va, en cambio, valga la rebundancia, si estamos atentos a esos pequeños cambios que se generan en nuestro cuerpo a través de micro movimientos y de una conciencia corporal que entre otras cosas contribuya a agudizar nuestros sentidos y a superar el dejarnos llevar por los prejuicios que genera nuestra mente dispersándonos de nuestra realidad y presente. Un trabajo lento y continuo aumentara nuestro nivel de vitalidad haciendo de nuestro cuerpo- mente una fuente de medicina natural.
Uno de los desafíos principales que se plantean, es respetar ese tiempo real en que tarda nuestra mente en recepcionar una información y proyectarla a nuestro cuerpo. Este proceso requiere de un tiempo que no está prefijado, es un tiempo individual que deberíamos respetar, aunque los medios se encarguen de darnos exactamente la información contraria.
Cualquier orden que demos a nuestro cuerpo se origina en nuestra mente, muchas veces al finalizar la clase el cansancio es más mental que físico, luego con la práctica, el pensar y su ejecución se irá armonizando. No estamos habituados a irnos de una clase de trabajo corporal, con cansancio mental, creemos que no hemos hecho nada, cuando en realidad estamos ganando en auto cuidado y defensa nuestro y en el futuro los efectos serán triplicados.
Realmente para cambiar una postura, tiene que haber una modificación interna que requiere tiempo.
Sin dificultades podéis recurrir y dirigir conscientemente el uso de sus actividades cotidianas y extra-cotidianas, relacionándolas entre sí, creando continuidad en cada momento. Haciendo de tu clase de trabajo corporal parte de tu vida.
Tanto la respiración como la postura son funciones reflejas en nuestro organismo, dependen del sistema nervioso autónomo, aunque nuestro inconsciente tiene gran influencia sobre las funciones autónomas, nuevamente toma protagonismo nuestra mente, por lo tanto todo lo que se genere en nuestra mente poco a poco irá modificándonos y modelándonos, somos producto y reflejo de lo que se genera en nuestra mente.
