Hacia un entendimiento nuevo de las técnicas corporales (VII)
Particularizar sin perder la visión del conjunto es uno de los desafíos más importantes a la hora de plantear los ejercicios de cada clase. Imaginemos a un arquitecto diseñando un edificio y centrando su atención sólo en la fachada. Puede que quede muy bonito por fuera pero sólo para ocultar sus carencias interiores.
Más o menos lo mismo pasa con nuestro cuerpo. Cuantos más datos tengamos acerca de nosotros, más recursos vamos a tener para poder componer nuestro propio puzle. Detenernos en una sola pieza, por ejemplo en la forma, es decir en el exterior, significaría renunciar a adquirir un mayor grado de conciencia y libertad en nuestra práctica corporal. En consecuencia, cuando en una práctica corporal realizamos diferentes estiramientos, debemos reconocer en nuestro cuerpo qué articulaciones intervienen, la amplitud y dirección de los movimientos y los músculos afectados.
Voy a tratar de aclarar algunos conceptos básicos:
Acción de estirar: Un estiramiento es básicamente alejar el origen del músculo situado en algún lugar del esqueleto de su inserción en otro punto o viceversa o una combinación de ambas opciones.
Reconocimiento articular: Cada acción en una articulación tendrá una reacción igual opuesta. La contracción muscular y la gravedad crean unas fuerzas opuestas en las superficies de las articulaciones que se conocen como fuerzas de resistencia de la articulación. Es fundamental que esas fuerzas se desplieguen en el mayor espacio articular posible. Por ello es tan importante relajar toda la musculatura que rodea cualquier articulación, para percibirla en su totalidad, antes de aplicar las fuerzas de resistencia sobre ella.
Congruencia: Cuando hablo de congruencia articular, me refiero al ajuste de las superficies de una articulación. Lo opuesto, la incongruencia, sería centrar el movimiento en una sola parte de la articulación, con lo que las superficies articulares no encajarían perfectamente. Si las fuerzas y presiones no están bien distribuidas se puede llegar a lesionar el cartílago articular y a provocar cambios degenerativos.
veamos la foto Si nos colocamos en la postura del jinete, la articulación esférica de la cadera tiene mayor capacidad de movimiento que la articulación de la bisagra de la rodilla. Si en esta posición el peso lo llevamos sobre la rodilla, se produciría una gran incongruencia ya que la articulación de la rodilla es de bisagra, con capacidad limitada de rotación, y se sobrecargaría. La incongruencia provocaría una mala distribución de las fuerzas de resistencia de la articulación aumentando el riesgo de lesión de los componentes interarticulares de la rodilla. Por lo tanto es muy importante distribuir en esta posición las fuerzas, a partir de la rotación externa de las cabezas de fémur y el empuje a tierra de los isquiones.
Gracias al conocimiento de las piezas del puzle vamos a obtener mayor conciencia de las partes posteriores e inferiores de nuestro cuerpo cuando, generalmente, tendemos a tener mayor conciencia de nuestras partes superiores y anteriores de nuestro cuerpo, por causas culturales y anatómicas. También es un excelente remedio preventivo contra la osteoporosis, entre otros considerables beneficios.
Así como este ejemplo anterior, podríamos analizar cualquier movimiento que realizáramos, en cualquier tipo de disciplina deportiva o de técnicas corporales, incluyendo otros criterios, como el plano en que se realiza el movimiento frontal, sagital o transversal o si en el momento de ejecutar el movimiento soy capaz de percibir la amplitud y proyección de movimiento.
Apliquemos este método a un deporte y movimiento concreto, por ejemplo el swing del golf en el golpe de salida (Foto 2).
El cuerpo se angula hacia delante sobre las caderas (inclinación anterior de la pelvis sobre la cadera) y las rodillas y caderas se flexionan ligeramente, lo que hará mas fácil sentir el peso en las cabezas de fémur para no sobrecargar las rodillas como vimos en el ejemplo anterior. El tronco gira en rotación hacia la derecha sobre la pierna semi-flexionada, en esta torsión nos tenemos que desprender y crecer con la columna hacia arriba. El impulso cinético del movimiento del tronco, de los brazos y del palo lo soporta la rodilla semi-flexionada, aquí es donde a través de otro ejercicios deberé entrenar la distribución de los pesos en mi cuerpo para no forzar la rodilla, centrando mi interés en los movimientos combinados de flexión y rotación del tronco, realizados con rapidez y proyección.
Así podríamos analizar diferentes ejercicios de otras disciplinas deportivas, por ejemplo las carreras y los lanzamientos en atletismo. Cada área que experimentemos de forma consciente en nuestro cuerpo, se irá enlazando poco a poco con otros hasta que podamos “liberar” nuestros movimientos dándoles verdadera proyección.