Nuestras espaldas una de las zonas de nuestro cuerpo más castigada. Quien no se quejó alguna vez de ella. Encima todo el mobiliario que nos rodea es un atentado contra la buena salud de nuestra espalda. Sillones blandos donde nos hundimos infinitamente, sin darnos cuenta que el hundimiento aparentemente confortable será el culpable principal de nuestros problemas lumbares.
El comer rápido y mal, la falta de ejercicio otros dos factores que darán que hablar a nuestras espaldas por no decir gritar. El realizar ejercicios nos mantendría mas alertas ante tantas situaciones incomodas que nos pone la vida a diario, y seriamos más selectivos con nuestro comportamiento ante ellas y nuestras espaldas mejorarían rápidamente. Pero para que ello suceda debemos vivir en carne propia esos cambios con ejercicios que nos harían ser conscientes de su funcionamiento y de cómo respetar ese funcionamiento en cada ejercicio. Por ejemplo: mi columna vertebral tiene 4 curvas una hacia afuera lumbar, otra hacia adentro lumbar, otra hacia fuera torácica y otra hacia dentro cervical. Seriamos capaces de realizar ejercicios en que respetáramos la curvatura natural de nuestra columna? Si claro que es posible, y veríamos como los dolores irían desapareciendo. A veces hay que ir adecuando el resto del cuerpo para que esas curvas se respeten otras con solo corregir la espalda bastaría. Es un desafío, pero un desafío muy bonito y placentero de experimentar.