Y es que la rodilla es la mayor articulación del cuerpo pero también una de las más inestables, debido a su complejo diseño y a las cargas de peso corporal que soporta en marcha, carrera, salto o estática. Al mismo tiempo, es la articulación más usada y menos protegida contra lesiones mecánicas. Por tanto, cuidarlas se convierte en tarea prioritaria durante la práctica de cualquier actividad físico-corporal.

Siempre trato de enfatizar que es sumamente importante tomar consciencia de nuestros movimientos y de cómo afectan a nuestras articulaciones. En el caso de la rodilla esto es especialmente importante.

¿Cómo funciona anatómicamente hablando? Posee un solo sentido de movimiento, flexión y extensión; un segundo accesorio de rotación sobre el eje longitudinal de la pierna cuando está en flexión, ya que el movimiento de rotación en extensión es sumamente peligroso. Tanto en estática como en movimiento debemos ser capaces de estabilizarla, ya que es relativamente pequeña en relación al resto del cuerpo, y de su estabilidad dependerá la dirección de nuestros pies que se encuentran ligados a ella en el momento de la marcha. Pero entonces, en la práctica, cómo puedo cuidar mis rodillas ante una actividad física?

  • Primero, con un buen calentamiento realizando estiramientos del cuerpo en su totalidad con algunos ejercicios específicos sobre las rodillas, que serán necesarios antes de cualquier actividad física, pero también en la vida cotidiana. Estos estiramientos deben ser progresivamente personalizados a través de una práctica asidua la cual, para que no resulte agresiva, requiere una constante recolocación de nuestras articulaciones para direccionar debidamente nuestra musculatura.
  • Comenzar las clases con ejercicios de pie, ya que aumenta la circulación sanguínea y las pulsaciones, pasando después a ejercicios sentados y acostados, donde bajan las pulsaciones.
  • No estemos sentados durante mucho tiempo en una misma posición, cada 20 minutos habría que cambiar de postura o ponerse de pie para que los músculos y los tendones no se endurezcan. Para recuperar la movilidad lo mejor es hidratar las articulaciones inmediatamente con estiramientos para reducir la rigidez muscular o también realizarlos después de un gran esfuerzo corporal.
  • Y por último, aplicar todo ello en la cotidianidad o en otros ejercicios más complejos que incluyen saltos o giros. Para alinear las rodillas os puedo recomendar estos dos ejercicios específicos:
  • Desde pies juntos y paralelos, adelanta uno clavando el talón, con el otro que queda atrás flexiona la rodilla desde el empuje del tendón de Aquiles y la colocación de la cadera, siempre colocando el pie fuera de la rótula y manteniendo el tronco recto.
  • Apoya los pies sobre el borde de una escalera o ladrillo, mueve el talón derecho hasta que quede casi colgando, baja suavemente hasta que notes un profundo estiramiento de tu gemelo interno en conexión con tu tibia y del tendón de Aquiles. Si doblas las rodillas se siente más el estiramiento.

Las rodillas tanto en estática como en movimiento, debemos ser capaces de estabilizarla, dependerá de la dirección de nuestro pies

[Total: 1 Average: 5]

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies

Pin It on Pinterest