Claudia Bedacarratz

Claudia Bedacarratz

Profesora y directora. en Estudio Luna.

Profesora de diversas técnicas corporales (Pilates, Biomecánica, Yoga), Bailarina profesional y actriz, dicta conferencias regularmente.

Hacia un entendimiento nuevo de las técnicas corporales  (XVIII)

Cuan cerca de nosotros está ese recorrido corporal que nos negamos a hacer, por falta de tiempo, por no decidir compenzar o por miedo a lo que nos podemos encontrar.

Tendones de Aquiles, isquiones, humero… ¿donde están?, ¿qué funciones desempeñan?, ¿que movimientos me permiten hacer?, ¿cómo consigo poner mi imaginación en marcha para que esa zona muscular no se contraiga mientras estoy trabajando? Las preguntas son infinitas y cualquier parte de nuestro esqueleto que se salga del vocabulario mediático – Homero lanzó el talón de Aquíles a la fama y la tibia y el peroné nos son familiares porque en los partidos de fútfol nos muestran en cámara lenta cómo se rompen. Y claro, están las partes que habitualmente nos molestan en colores y tamaños variopintos…. cervicales, lumbares, pantorrillas, aunque claro, para recordarnos que existen zonas parecidas a la tundra siberiana que jamás hemos pisado están los gimnasios con sus máquinas y programas de fitness.

Generalmente han de pasar años de práctica para ir familiarizándonos poco a poco con cada zona de nuestro cuerpo. Aunque las preguntas que nos vamos haciendo en el camino pocas veces encuentran una respuesta satisfactoria existen muchos métodos para acercarse a ella.

Uno de ellos, y no el menos importante, se llama diccionario. En la clase de inglés está siempre a mano, pero después de una clase de ejercicios corporales solemos tener otras cosas en mente que fastidiarnos buscando en el diccionario o en google términos cuyas respuestas y definiciones intuimos nos plantearán aún más preguntas. Eso si al cabo de dos horas todavía nos acordamos de alguno. Preguntar durante la clase podría ser una solución, pero sobre todo en las clases grupales la dinámica del grupo suele dar al traste con nuestras intenciones de aumentar nuestros conocimientos. Así que os recomiendo que no intenteis recordar todo lo que se dijo sino ir paso a paso y extraer de cada clase un sólo tema en el que luego profundizais – y sólo uno, como por ejemplo el hueso sacro. Buscad ilustraciones, comentarios en foros, intentad dibujarlo palpándolo al mismo tiempo…y con el tiempo vereis que os haréis con un arsenal considerable de marcadores en vuestro mapa interno – y comprobareis que poco a poco nuestro GPS interno se va poniendo en marcha.

También el uso de complementos como ladrillos, bandas o balones nos acercan a sentir y comprender el funcionamiento de la zona en cuestión.

También puedo coger un ladrillo o más suave una pelota blanda y colocarla tumbado boca arriba en esa zona.

Busco su definición y posibilidades de movilidad

Solo con estas tres simples ejercicios, la próxima vez que acuda a una clase ya no me parecerá un sitio tan extraño. Se trata de ir familiarizándonos cada vez con cada parte, como cuando aprendemos a conducir y al principio los recorridos que hacemos son como inhóspitos casi que no sabemos ni como hemos hecho esos recorridos, pero las siguientes veces ya ese recorrido se torna más fluido, de eso se trata de disfrutar esos recorridos, hay un método hay una mecánica de movimientos que nos ira direccionando hacia el sitio deseado. Y por supuesto conviviendo con el resto de movimientos que se generan en el resto del cuerpo, parcializamos sin perder  la visión general de nuestro cuerpo.

Ejercicio con localización de sacro

de pie piernas parales, abiertas mas del ancho de nuestras caderas de espaldas a una pared colocar una pelota blanda en el sacro y sentir como empujo con él la pared a la vez que siento las plantas de mis pies hacia la tierra y el torso que se despega. Puedo ir subiendo mis brazos hasta arriba desde los costados de mi cuerpo.

Subir al medio puente y colocar un ladrillo en el sacro, y despegarme bien hacia mi cabeza y hacia mis pies, sintiendo el sacro como centro.Recoger mis muslos hacia mi abdomen y masajear el hueso sacro en todos sus extremos hacia el coxis, hacia un lado y otro hacia su zona superior.

Muchas son las secuencias que se pueden armar en una clase focalizando nuestro interés en un sitio u otro de nuestro cuerpo. Solo  es cuestión de encender el mejor GPS que hemos conocido!  el nuestro que no necesita compararse con ninguno en el mercado de marca exclusiva y única, y además por suerte no está todo dicho,  pero siempre iremos intentando acercarnos lo mas orgánicamente posible y atendiendo a nuestro interior. Adelante animémonos a transmitir y a proyectar hacia fuera todos esos recorridos que tenemos  por conocer y disfrutar en nosotros..

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