Hacia un entendimiento nuevo de las técnicas corporales (XXII)
¿Cómo podemos esforzarnos sin forzar el cuerpo en un movimiento determinado o una secuencia de movimientos, tanto en una clase de trabajo corporal como en la cotidianidad?
Obviamente, se trataría de un esfuerzo mental, tratando de controlar el esfuerzo físico para evitar lesiones, tanto por aplicar demasiada fuerza, como por aplicar la fuerza incorrectamente. De manera que para poder realizar un movimiento libremente, primero debemos analizarlo.
Hasta en los movimientos más cotidianos podemos encontrar ejemplos de aplicación. Al subir por la escalera, intentemos usar el empuje de los tendones de Aquiles, lo cual nos dará mayor estabilidad. También sentir toda la planta del pie en contacto con el zapato y el suelo, para no forzar y desalinear nuestros pies y rodillas.
Foto 1: Sobrecarga en pies y rodillas
Foto 2: Pesos bien distribuidos, esfuerzo equilibrado.
El esfuerzo suele equilibrarse cuando las riendas las toma nuestro ser consciente. El esfuerzo también se siente, pero es muy diferente al dolor provocado por ir en contra de nuestra naturaleza anatómica.
Una clase de estiramiento o de cualquier otra técnica corporal es como un laboratorio de análisis del movimiento que nos sirve de puente para enlazar con nuestra vida cotidiana. Ir a clase a “desconectar”, como se suele decir, puede traer consecuencias inesperadas. Si sólo queremos entrar en un estado catártico a través del movimiento, anulando nuestras percepciones y poniendo el cerebro en suspensión, corremos el riesgo de lesionarnos o agudizar viejas patologías. Precisamente, hay que hacer todo lo contrario. Tenemos que abrirnos a nuestras percepciones y dejar que, desde el ser consciente, nos sumerjan en un estado de abstracción que nos permite analizar nuestros movimientos.
Para ello hay que empezar incluso por cómo enlazar un movimiento con el siguiente. Un animal no tiene ninguna duda al respecto, es perfectamente consciente de sus posibilidades anatómicas, haciendo uso de sus facultades físicas con la máxima eficiencia en todo momento. Sin embargo, el ser humano se ha ido desnaturalizando en este aspecto. La vida moderna nos obliga a convivir con movimientos y posturas antinaturales, prolongadas y repetitivas, cuyos efectos nocivos se reflejan en nuestro cuerpo y nuestra mente. Nos movemos de forma inconsciente sin llegar a plantearnos lo estamos haciendo bien o no; estamos convencidos de que es así. Y seguiríamos así eternamente, si no fuera porque, finalmente, el error continuo se manifiesta en el cuerpo con algún defecto estético o físico. Sólo entonces nos empezamos a plantear que quizás algo esté fallando en nuestro mundo automatizado y nos planteamos invertir tiempo y dinero en hacer algo para nuestro cuerpo.
Dicho esto, no debe extrañar que muchos alumnos, sobre todo al principio, se encuentren con la dificultad de coordinar o enlazar un movimiento con el siguiente porque no saben hacia dónde se direccionan las fuerzas que se aplican en cada momento. En mis clases hay gente que al comienzo son incapaces de coordinar más de 2 movimientos seguidos, así que trato de que adquieran rápidamente los elementos necesarios para coordinar sus movimientos adecuadamente pudiendo reconocer hasta dónde se pueden esforzar sin peligro de lesionarse.
Por ejemplo, si queremos hacer una secuencia en balón y nos encontramos con un movimiento que no podemos realizar porque tenemos problemas en las rodillas, buscaremos una variante para ese movimiento sin necesidad de apoyar las rodillas en el suelo, de esta manera podremos seguir con el movimiento siguiente.
Foto 3: A cuatro patas sobre la pelota tengo problemas cuando apoyo las rodillas en el suelo, lo cual interrumpe la secuencia de movimientos.
Foto 3: A cuatro patas sobre la pelota tengo problemas cuando apoyo las rodillas en el suelo, lo cual interrumpe la secuencia de movimientos.
Foto 3. Para seguir adelante, busco el contacto con la pared y distribuyo las fuerzas de tal manera que las rodillas no se posan en el suelo.
Una vez adquirimos la capacidad de análisis y abstracción podremos enlazar cada vez más movimientos sin riesgo de lesionarnos. Al principio tal vez nos encontremos un poco perdidos, pero a medida que ciertas pautas de movimientos se vayan grabando en nuestra conciencia aumentará la confianza en nuestras posibilidades. Os aseguro que el esfuerzo valdrá la pena…